Vivir más ya no es ciencia ficción
La medicina del futuro ya no busca curarte cuando estás mal, sino anticiparse antes de que algo falle. Y en el centro de todo está la inteligencia artificial.
Ayer escuché un nuevo episodio del podcast Futuro en Construcción, de Santiago Bilinkis. No me pierdo ninguno.
El inicio de este episodio era provocador: ¿Te imaginas tu vida si envejecer ya no fuera inevitable y si morir fuera opcional? Y el desarrollo fue muy revelador: No es ciencia ficción. Es ciencia. Y está pasando.
Bilinkis contaba cómo la medicina moderna ya no solo intenta curarnos, sino mejorarnos antes de que enfermemos. Y en el centro de esa transformación silenciosa está la inteligencia artificial. Dio algunos ejemplos como el de modelos desarrollados en el MIT que detectan signos de cáncer de páncreas con hasta cuatro años de anticipación. También habló de sistemas que analizan tu voz, tus textos o tu forma de escribir para predecir depresión o deterioro cognitivo. Todo esto se está dando por la IA que está cambiando la cultura de ir al médico cuando te sientes mal por adelantarse con que algo pueda ir mal, aunque te sientas bien. Es pasar de curar síntomas a prevenir destinos.
En Ecuador, donde aún discutimos cómo sostener la salud pública o cómo sobrevivir a la vejez con una pensión básica, estas noticias pueden sonar lejanas. Pero no lo son. Porque así como hay una brecha digital, pronto habrá una brecha de longevidad donde quienes tengan acceso a diagnósticos predictivos y tratamientos preventivos vivirán más y mejor. El resto, seguirá envejeciendo a la antigua.
Todo esto genera dudas sobre lo que se vendrá en los próximos años. ¿Cómo deberían prepararse las empresas, líderes o sistemas de salud ante esta nueva lógica? ¿Quién va a acceder primero a estos avances? ¿Estamos creando una nueva desigualdad entre quienes podrán acceder a estos tratamientos versus quienes no?
Al final, la gran pregunta no es si viviremos más, sino si estamos listos para lo que eso implica.